Los aceites esenciales puros son compuestos altamente concentrados que se han extraído o destilado de las plantas.
Es la “sangre” de la planta, como su sistema inmune, lo que mantiene sana a la planta.
Son líquidos aromáticos volátiles de la naturaleza obtenidos de los arbustos, de las flores, de los árboles, de las raíces y las semillas,… El aceite esencial puede ser de 100 a 10000 veces más concentrado y, por lo tanto, más potente que la hierba por sí misma.
Se extraen a través de la destilación al vapor, hidrodestilación o la extracción a presión en frío.
Tienen una capacidad única para penetrar en las membranas de la célula y viajar a través de la sangre y los tejidos.
Los aceites esenciales trabajan a nivel holistico en un plano físico, mental, emocional y espiritual.
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El cuerpo es el vehículo que elige el alma para vivir en él por lo que considero que es nuestro Templo Divino.
Descubrir esta cajita fue el impulso para elevar aún más el cuidado de mi cuerpo, de mi ser.
El kit de inicio es un cambio en tu estido de vida, es eliminar tóxicos que no te benefician, es sentirse bien y ser más consciente.
Es cuidarte a ti y a tu familia con ingredientes que provienen de la naturaleza.
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Si es asi estoy encantada de ayudarte y asesorarte.
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Estos son algunos de los aceites esenciales más utilizados y las condiciones para las cuales se les atribuyen supuestas propiedades curativas:1
Aceite de menta: Problemas digestivos.
Propiedades cosméticas: antibacteriano y bactericida natural, antiséptico, antiinflamatorio y astringente, el aceite esencial de menta se utiliza en cosmética, por ejemplo, para tratar el acné. Por otra parte, sus propiedades antiinflamatorias y descongestivas lo convierten en una excelente opción para aliviar las piernas cansadas e hinchadas.
Propiedades terapéuticas: el aceite esencial de menta es refrescante y relajante, ayuda a aliviar dolores musculares, como las contracturas, también sirve para calmar los nervios y la ansiedad, así como para facilitar el sueño
Aceite de romero: Estimulante mental, y para combatir dolores musculares.
Uno de los beneficios más significativos es que el aceite de romero es antiinflamatorio. Ayuda a mejorar el movimiento de las articulaciones y los músculos, por eso, se usa especialmente para tratar la artritis. Combate los signos de la edad. Su alto contenido en ácido caféico y flavonoides ayuda a proteger la piel de los radicales libres, principales causantes del envejecimiento cutáneo. De hecho, en cuanto lo pruebes, notarás como la piel mejora su elasticidad, firmeza y luminosidad.
Sus propiedades astringentes y desinfectantes ayudan a combatir el acné, reduciendo la inflamación y las imperfecciones.
Sus propiedades astringentes y desinfectantes ayudan a combatir el acné, reduciendo la inflamación y las imperfecciones.
Ayuda a prevenir la caída capilar. El aceite de romero activa la circulación sanguínea, lo que evita la caída del pelo y previene la aparición de caspa.
Ayuda a prevenir la caída capilar. El aceite de romero activa la circulación sanguínea, lo que evita la caída del pelo y previene la aparición de caspa.
Aceite de lavanda: Dolores de cabeza, insomnio, quemaduras y dolor generalizado.
Ayuda con el eccema y la piel seca: el aceite de lavanda se puede usar directamente sobre la piel, o mezclar con tu crema hidratante habitual, para ayudar a retener la humedad. Las propiedades antimicrobianas y antifúngicas del aceite de lavanda son especialmente útiles cuando se trata de defenderse de las bacterias que causan el eccema.
Protege contra los radicales libres: por sus propiedades antioxidantes, el aceite de lavanda puede ayudar a proteger la piel contra los factores estresantes ambientales. El factor de riesgo más común son los radicales libres, las toxinas y los contaminantes, principales causantes del envejecimiento prematuro.
Reduce la aparición de líneas finas y arrugas: el aceite de lavanda está repleto de antioxidantes, lo que lo convierte en una excelente opción para combatir las líneas finas y las arrugas. Estos antioxidantes defienden la piel contra los radicales libres que provocan la oxidación de la piel y, como consecuencia, envejecimiento.
Mejora el acné: gracias a sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, el aceite de lavanda contribuye a la mejora del acné y previene los brotes.
Calma la piel: dado que las bacterias y los hongos en la piel a menudo provocan inflamación, las propiedades antifúngicas del aceite de lavanda pueden tener efectos antipruriginosos y antiinflamatorios.
Promueve la curación de la piel: el aceite de lavanda puede acelerar la curación de quemaduras, cortes, raspaduras y heridas, y también puede ayudar con las cicatrices. Por tanto, se mejora potencialmente la apariencia de las cicatrices debido a su capacidad para promover la renovación celular.
Previene infecciones: el aceite de lavanda se ha utilizado para prevenir infecciones y combatir enfermedades bacterianas y fúngicas.
Alivia las picaduras de insectos: puede eliminar parte del dolor que acompaña a las picaduras de insectos aplicando aceite de lavanda directamente sobre la picadura. Las propiedades antiinflamatorias del aceite de lavanda lo convierten en una opción para aliviar el dolor y la picazón asociados con las picaduras de insectos.
Aceite de sándalo: Depresión, ansiedad, y tensión nerviosa.
Aceite de árbol de te: Problemas respiratorios, fungicida, antibacterial, y antiviral.